18 de abril de 2012

vorágine,mi


Todas esas cosas que dejé a un lado, atrás, a tres pasos de mi en el camino. Todo aquello que arrastré conmigo, que me persigue, que ya no es nada sin mi, que es una parte de mi esencia de la que ya no puedo huir. Luchando contra mi materia gris hoy eché en falta la cordura en la enfermedad. El miedo que ya no tengo. Las ganas de tener valor para cortar por lo sano. 
Aquellos que dicen que se echa de menos lo que no se tiene, lo que ya se perdió, incluso lo que nunca se tuvo. No podrían estar más equivocados. Hoy te echo de menos en frente mío. Echo de menos esas miradas fulminantes. Echo de menos una fuerza misteriosa que sigue aquí, dentro mío, que me sigue quemando; pero que ya no me excita. Que me mata por dentro. Echo de menos morirme en un instante. Ya no soy de carne y hueso, ya no te respeto. Te lancé a ese agujero negro en mi interior. Ahora estás en mi vorágine. Siento el sinvivir, el sinsentido, el sinmás ni menos que nunca pronuncio. Pero te he incluido en esa parte de mi de la que ni yo misma puedo escapar y ya nada va a cobrar sentido hasta que no la destruyamos.



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