21 de octubre de 2011

este rumbo incierto

Todos mis músculos entumecidos. Colapsados por el pánico que provoca el simple hecho de pensar en la obsesión del universo; esa generalizada obsesión por tomar las decisiones más constructivas y tener todo bajo control.
La dichosa costumbre extendida de escoger caminos que nos lleven a algún punto, estado, alguna situación.
Paralizada en medio de una ruta sin destino cierto; paralizada por mi propia voluntad.
Paralizada por que escogí esta carretera sin la menor intención de recorrerla entera, de inicio a fin.
Porque estaba -y aún lo sigo estando- dispuesta a recorrer estos kilómetros con la incógnita de no saber hacia dónde me llevan. Sumida en mis pensamientos, que no se atreven a alejarse más de tres pasos de mi cuerpo, que me ruegan que vuelva cierta la fantasía y nunca deje de no escoger.
Paralizada en este dinámico movimiento que me hace sumar -aunque no se si avanzar- vivencias en el cuentakilómetros.
Yo la certeza se la dejo a los realistas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Solo es un respiro.
Hace tiempo me encontraba algo cansado y los pensamientos en mi cabeza se tornaban como lo explicaba Papinni: simplemente soy un atomo en este universo. Despues de unos dias, alguien me recordo que realmente soy una molecula. Es hora de recordarle a usted, que no es un atomo sino tambien es molecula. La combinación y la ecuación correspondiente, la escoje usted.
:)

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