20 de mayo de 2011

ahora, donde sea

tantos deseos de libertad de expresión, de libertad de pensamiento, de libre movilidad. de nutrir nuestras mentes y nuestros corazones, de viajar, de experimentar, de ver el mundo. este mundo que nosotros estamos quebrantando, no directamente, o quizá sí, con nuestras permisiones a la basura de principios que promueven la sociedad actual. en europa, donde he vivido la mayor parte de mis días. aquí, en argentina, donde puedo remarcar algunas de estas conclusiones. pero no hace falta viajar a todos los rincones del mundo para saber que difícilmente alguna sociedad pueda tener un mínimo de decencia. bueno, no culpemos a la sociedad en su conjunto. al fin y al cabo, la sociedad somos tú y yo, el pueblo, cada uno de los que componemos este entramado de relaciones complejas. 
lo que sea, vivimos aletargados en un mundo donde las comodidades relativas nos impiden actuar con mayor coherencia, cordura, o riesgo. vivimos esperando a que nos lancen todo aquello que queremos o necesitamos, pero no moveremos un dedo más del necesario para conseguirlo. hay gente que vive sin más visión de futuro que un día a día. sin más preocupación que la elección del almuerzo, sin mayores deseos que los sexuales al llegar a casa. y qué somos, ¿animales irracionales consumidos por nuestros instintos básicos? ¿qué pasa ahora con Maslow y su maldita pirámide? ¿todos nos quedamos en el primer escalón?
afortunadamente no todos, pero unos pocos no cambiarán la mente de la inmensa mayoría, la mayoría que vive en su liviana opresión subliminal, la mayoría que reza para no ir al infierno y paga sus impuestos para no ir a la cárcel, pero nunca llegó a cuestionarse si algún motivo no le impide el absentismo en estas "obligaciones". joder, alguien tendrá que sentir la tentación de cambiar todo, alguien será capaz de ver que esto no está bien, no son comodidades, que más del 14% de la población mundial vive en la pobreza extrema, que lo de tener mente es por algo, que hay ideas que no son tan retorcidas como nos parecen a priori. algunos tendrán la base pero quizás no la esperanza. un puño contra el gran muro de hormigón que es este sistema no hará nada, no hay punto de objeción. pero miles de puños serán capaces de armar una grieta mínimamente extensa como para alarmar al sistema. y aunque no sea así, con que esta fuerza golpee y repercuta en las conciencias del resto de los ciudadanos, habrá bastado para hacerles ver que hay opción, que hay remedio, y que no estamos solos.

1 comentario:

Doctor Letra dijo...

Libertad de pensamiento, que le follen a la libertad de expresión. Like it.

all rights reserved