3 de septiembre de 2010





siendo francos, la espera me consume. está claro que quien no arriesga, no gana; y claro es que quien no hace nada no se equivoca. pero no recuerdo haber firmado ningún impreso de solicitante para "esperadora profesional".
no creo estar equivocándome, no creo permanecer estática, pero un retorcido escepticismo empieza a apoderarse de mis ideas.
una concatenación de decisiones en mayor o menor medida desacertadas me ha traído hasta este punto. este punto en el que no sé si sigo siendo dueña de este rumbo o es el rumbo el que me ha tomado en gracia.
en quién demonios me he convertido. ¿acaso no me apetece tirarme horas muertas leyendo novelas trascendentales sobre el frío mármol?
no sé de dónde nació esta urgencia por el movimiento. apresurando mis actos hasta el máximo exponente estoy alterando mi propio carisma.
no tengo ni uno de esos antiguos minutos en los que mis dedos se dejaban llevar por mi mente en evasión.
ya no tengo las ganas de planear los desencuentros.
ya no me sorprenden las casualidades.
me he convertido en una esclava de mi propio mundo, el mismo que aceleré hace unos meses y del que ahora no puedo bajar en marcha. sin frenos, y me atrevería a decir cuesta abajo sino tuviera la absoluta certeza de que todo suma, nunca resta.
y arrastro a la espiral de urgencia a todo mi entorno endémico.

sin embargo, ahora que la bifurcación se abre paso ante mis ojos, seguiré esta línea argumental. seguiré la alteración. seguiré el autodescontrol. seguiré adelante. porque me aterroriza mil veces más la soledad que entraña la tranquilidad, que la espera de la incertidumbre.

porque al menos sé que habrá algo más después de todo esto, y quizás algún día, la tranquilidad, después de tanto renegar, me embauque en uno de esos sueños racionales de la gente corriente.







2 comentarios:

Clementine dijo...

Esto parece que ha sido escrito para mi, de verdad. No se en que momento decidi acelerar las diapositivas de mi vida, y ahora sólo puedo esperar y esperar. A que todo se recoloque, a saber que camino escoger.
Suerte en tu camino, bonita.

Anónimo dijo...

¿y que puedo hacer yo para no equivocarme contigo?¿quedarme parada y esperar a que volvamos a ir a la par?¿tengo que arriesgar?
Echo de menos a una antigua "tú" y no conozco a la nueva...espero que mi futura "yo"(que no sé cuando llegará), pueda recuperarte.te quiero

all rights reserved