18 de enero de 2010

uno más





Bien podrían darme una taza de tisana del más puro opio que no me haría ni más ni menos efecto que esta deliciosa basura que bebo diariamente. Si sigo por esta tortuosa senda  de decadencia física ( la moral la superé hace unas semanas) acabaré embarcada en el más triste viaje del nihilismo hacia la más absoluta Nada, sin preguntas ni respuestas más que "¿la hora?, bueno, déjalo, total, qué más da".




hoy, la palabra "más" (y café, que suena fuerte como a mí me apetece saltar)

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

pensaba que era la continuación.

all rights reserved