Bien podrían darme una taza de tisana del más puro opio que no me haría ni más ni menos efecto que esta deliciosa basura que bebo diariamente. Si sigo por esta tortuosa senda de decadencia física ( la moral la superé hace unas semanas) acabaré embarcada en el más triste viaje del nihilismo hacia la más absoluta Nada, sin preguntas ni respuestas más que "¿la hora?, bueno, déjalo, total, qué más da".
hoy, la palabra "más" (y café, que suena fuerte como a mí me apetece saltar)
2 comentarios:
pensaba que era la continuación.
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