23 de enero de 2011

y de repente vuelve a nacer


Se quedó paralizada. Sin ritmo cardíaco, sin aliento. Sin palabras que expresaran su sorpresa, su desazón, su ira, su pena. todos esos sentimientos que, envueltos en sábanas de seda, había metido en una maleta y mandado en envío urgente a la otra punta del planeta. 
pensó que sería suficiente, una persona nueva en un lugar nuevo, con todo por conocer, sin nada de lo que desconfiar. podría dejar atrás todo ese pasado que durante años la había torturado, que durante años la había hecho perder sus ganas de vivir. podría ser otra, podría ser mejor.
pero no había contado con esto. no había pensado que su equipaje, por muy lejos que hubiera intentado enviarlo, la llevaba a ella por remite, y que tarde o temprano acabaría encontrándola, acabaría volviendo a ella, como ave a su nido, como pez a su río.
por un momento, se mundo se derrumbó de nuevo. se vio inmersa en su antigua espiral de caos, de intranquilidad, de tristeza, pero cuando quiso darse cuenta, ya no estaba allí. había pasado demasiado tiempo.
ya no había más congoja ni miedo, sólo había lástima, y recuerdos de algo que nunca debería haber pasado.
aunque si nunca hubiera pasado, ella nunca habría llegado a ser la salvaje que entonces era.





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