4 de mayo de 2010

los errores de la naturaleza humana

Aquí el problema es que hacéis las cosas deprisa y corriendo y así no se consigue nada. Que Roma no se levantó en dos días, que si quieres algo bien hecho vas, y lo haces tú mismo, nada de delegaciones, nada de así mismo, nada de prisas y desenfreno.
¿Por qué no puedes pararte un momento, coger los planos de un proyecto, y plantear cuál sería la mejor manera de llegar al objetivo?
No, espera, mejor aún, ¿por qué no empiezas buscando el objetivo y luego ya coges los planos?
Porque sinceramente, no tengo ni la más remota idea de lo que pretendéis conseguir con todo este galimatías.
Lo que aquí ha pasado es que os habéis acelerado. Ya está, Roma levantada y con unos cimientos que no aguantarían ni una tormenta de verano. Y ahora, después de la tragedia, las reparaciones corren, urgen y desesperan.
Pero no se qué esperabais. Ahora el presupuesto es mayor, porque no se trata de levantar algo de la nada, se trata de limpiar todos estos escombros que han quedado y levantarlo bien.
Y ni se te pasen por la cabeza las prisas de nuevo. Vas a repetir errores, demasiado común, demasiado predecible. Es vuestra naturaleza y repetireis errores de manera perpetua hasta que tantas piedras os destrocen los zapatos. Y sabéis de sobra que este camino  no es para andarlo descalzos.
Pero allá vosotros con vuestras chapuzas.

1 comentario:

Jojo dijo...

sobran tuercas y faltan clavos.
como habla tu verano hasta el momento? en el mio hay una caravana entre railes con un grupo de música dentro.quien sabe,se podría acordar alguna parada

all rights reserved