24 de abril de 2010

clases de cosas

Esta es la habitación llena de espejos que la que hablaban. aún no hay nadie dentro pero se pueden aspirar las conversaciones de sabores que surgirán entre los invitados. todos comentarán lo esperpéntico del panorama. -¡qué maldito sentido podría tener un cuarto que se muestre a si mismo!- gritará el señor del bigote y la gabardina color camel. -con la de cosas bonitas de las que está llena este mundo y quiere mostrarnos a nosotros- responderá desde su lado el joven trajeado que le acompaña.
no lo entenderán, jamás lo entenderían. porque no entienden que mientras ellos sigan llenos de mentiras y podredumbre no serán capaces ni tan siquiera de admirar la simpleza de  los dientes de león sembrando el cielo de deseos por cumplir.
Mírense, señores. Mírense los unos a los otros y piensen si comerse los deseos de los demás los hizo más armónicos, les dio contraste, brillo, un buen acabado, o los convirtió en obras maestras. Empiecen buscando su propia belleza, y será entonces cuando podrán pararse delante de una obra de arte y aspirar a entender la espectacularidad de los pequeños placeres de este mundo.



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