4 de noviembre de 2009

por ahora


-Me vale.

-¿Te vale? ¿Cómo que te vale? ¿De qué demonios estás hablando ahora?

-De ésto, me vale ésto. Me valen los desayunos o las conversaciones de un minuto. Me vale porque puede que dentro de tres meses decida que mi destino es casarme con un inmigrante iraní que tenga una mina de petróleo y me quiera explotar sexualmente. Me vale la cerveza. Me vale porque puede que dentro de dos semanas me suicide, o porque puede que dentro de medio año descubra que soy lesbiana. Puede que exactamente en 73 días y medio decida que la soledad es algo sublime. Me vale el espacio. Me vale porque probablemente dentro de un año esté viviendo en algún lugar de Europa. Me vale porque yo no nací para exigir, ni para pelear. Me vale porque no se qué coño voy a hacer con mi vida, pero, ésto, por ahora, me vale. Y, si a mi me vale, a ti también.

-Supongo que eso es actitud.

-En absoluto, esto es cuestión de aptitud.

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