escuela de gritos

Tengo que aprender a gritar, aunque sólo sea para quitarme de encima este silencio..

Amo los silencios, y a veces , de repente, los odio. Los odio porque me obligan a escucharme a mi misma, porque ahora no hay nadie más a quien escuchar, y ya no me soporto. No soporto pasar 24 horas conmigo misma, manteniendo charlas en las que nunca me pongo de acuerdo, argumentando y rebatiendo temas que no vienen a cuento, que no debería tocar y que de tanto voltear, irracionalizo. Creo que , cuando llega el momento en que, no encuentras absolutamente ni una sola canción que se aproxime a tus delirios, ahí, tienes un problema. Y yo tengo unos cuantos cada día. Y para colmo aún no se gritar.