6 de junio de 2009

esencializate



Cada uno tiene su esencia.
Yo huelo a mí, tu hueles a tí, y mi vecino huele a ausencia de vecina.
Y hay días en los que el espejo te abraza y eleva tu ego infinitesimalmente,
y otros en los que parece que los espejos debieron ser invento del mismísimo satanás.
Pero tu esencia sigue ahí, es tu base, es tu lienzo en blanco, y por muy mal que te hagan sentir esos pequeños hijos de lucifer, has de saber que cuando pase la neblina de autodestrucción masiva volverás a ser tú, volverá a llegar el día en que la modestia no fue pensada para un ser tan especialmente genial como tú, y el Universo entero recobrará el equilibrio.
Porque esos pequeños loopings matutinos te hacen recuperar el genio y hacen pasar tu vida por la escala de colores Alpino.
Así que mientras tanto, capta todo el Blanco y Negro que hay en tu vida, captate en base, en esencia, para poder mirarte cada día con el filtro anímico que mejor te convenga, aunque yo siempre fui fan del très contraste, peu saturación.



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