24 de febrero de 2011


hablo de un barco (podría ser un avión, un tren, o una mula cordobesa). hablo de un barco que embiste tempestades y surca marejadas. yo no estoy dentro, por supuesto. los barcos son para navegantes apátridas, que se pierden entre tierras y no cuentan cuentos de cuna. yo soy más de aire. más de nubes. de elefantes voladores con hexágonos plateados adornando su cabeza. no hay patria, pero no hay incertidumbre. multipátrida. ¿qué digo? la locura, no. aún no. digo que hay un barco que zarpa rumbo opuesto a mis ambiciones, pero no me atrevo a silbar. lluvia de ideas y pensamientos. tendría que atreverme, porque ese barco va cargado de irrealidad. voy a hacer llover hasta llenar mi pecera, y construirme un traje submarino. alcanzar ese dichoso barco y decirle, "eh, oye, querido, perdona pero tienes algo mío". y coger mi confianza justo donde la dejé, al otro lado del Atlántico. así volvería a alzar el vuelo y seguir viviendo colgada de las trenzas de la mamá atmósfera.



2 comentarios:

C. dijo...

Un blog genial. Me alegro de haberlo encontrado. A partir de ahora te leo. :)
Un saludo

Pueden largarse dijo...

Dejé de seguirte sin querer y a decía yo que no te encontraba..jaja
Hey, los textos, este en particular esque son tan...increibles, me encantan. No te hablo de las fotos, que por cierto tambien tengo de lomo:) jaja
Pues eso, que no se si los creas tu o qué pero..increibles, lo de la pecera buah!Un beso^^

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