12 de febrero de 2010

muchas millas más

Hoy, de repente, he empezado a encontrar cosas. He encontrado un catarro debajo de mi almohada, hasta aquí nada de especial, puede que hasta algo enervante. 
Luego he encontrado unos zapatos que habían recorrido 500 millas cada uno desde 1990. Yo creo que han recorrido más de eso, pero no era plan de contradecir a unos zapatos con cordoneras centenarias. 
He encontrado un post-it que dice "violent femmes", y al lado "6 de Julio". 
He encontrado un collar que creía perdido, y fotos de fotomatón que una época de mi vida me dió por coleccionar, de todos mis amigos concentrados en apenas unos metros cuadrados, en tardes de helados y paseos por santo domingo. 
He encontrado mi lista de cosas por hacer antes de morir, y el último garabato aprisa y corriendo era "aprender a bailar tango". 
He encontrado mi no demasiado vieja armónica y al lado de ella mi diario de corazones azules. No me ha hecho falta abrirlo, porque conozco de memoria cada frustración escrita en los momentos más cruciales de mi vida, cuando todo va mal, cuando me deshago bajo las sábanas de madrugada y se me rompe el corazón. 
Y entonces he encontrado mi vida hasta ahora: he descubierto todo lleno de proyectos que nunca he terminado. 
Todo lleno de historias vividas, archivadas, y olvidadas en algún lugar. 
He encontrado mis irregularidades, mi indecisión, mis pasajeras ilusiones y mis fracasos. 
Y lejos de deprimirme, de maldecir la fuerza de voluntad que me abandonó con quince años, lo he visto claro. 
Toda una vida por delante para tocar la armónica, la guitarra, recorrer 5000000 millas más y aprender a bailar el tango escribiendo en un nuevo diario de frutas macedónicas todo lo que, más allá de la frustración, me trajo la felicidad.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

tu sonrisa de felicidad es bonita,la de viejuna no

Anónimo dijo...

el peso del pasado,
un abrazo rosita mia
laura

Alba dijo...

puedes archivar todas esas historias
pero nunca las olvides ;)

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