6 de febrero de 2010

basura antisocial



llevaba tiempo pensando en algo bonito sobre lo que escribir que definiera la perfección, la estabilidad y las caricias al sol por la mañana. llegado el punto de satisfacción las ideas brotaban en mi como plantas de albahaca. lo tenía, casi lo tenía. Lo tuve durante un rato, y mientras celebraba la obtención mental de la definición de vida perfecta en potencia, me pasé, y ya no me acuerdo de lo que pensaba, ni de la perfección, ni de la estabilidad y las caricias al sol por la mañana.
y entonces he pensado que, cuando se está aquí abajo, de noche, y tapado con las sábanas hasta las orejas, sin querer ver más allá de los propios méritos, cuando no hay más caricias posibles que las del roce del bolígrafo, uno se vuelve antisocial y a cualquier cosa le llama perfección.

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