
No da igual lo que digan, no da igual lo que piensen.
No da igual que te acepten o no, no da igual que te excluyan.
Porque la desaprobación parte de dos caminos base: el estrepitoso fracaso, o el ingente éxito.
Lo malo es que, hasta el final del camino, es imposible saber cuál de los dos te asignaron.
No da igual que te acepten o no, no da igual que te excluyan.
Porque la desaprobación parte de dos caminos base: el estrepitoso fracaso, o el ingente éxito.
Lo malo es que, hasta el final del camino, es imposible saber cuál de los dos te asignaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario