secreta

Nunca conocí nada tan frágil como un secreto. Los secretos son guardados, almacenados, debe haber cientos, miles, millones de ellos flotando por el aire, jactándose de nuestros ojos por no poder ni tan siquiera vislumbrarlos, disfrutando de su discreción, de su vida, que solo acaba cuando algún desafortunado acierta a pronunciarlos; y entonces se esfuman, desaparecen sin más, y dejan de ser secretos.


ponte tu disfraz de secreto, yo prometo no nombrarte en el trayecto.