
Lo sé, no hay errores, nada es equivocado ni erróneo, todo deja su "yo" en ti, y cuando te das cuenta tan solo eres un sumatorio, un cúmulo de "yo" que te han regalado parte de ellos, a cambio de una parte de tu "yo", mínima, inapreciable, pero inolvidable. Y todos los "yo", "yo" buenos, "yo" malvados, alegres o deprimentes, forman tu "tú" y ya no eres "yo" sino "ellos".
He aquí la demostración: de pequeña me aprendí de maravilla los pronombres personales.
1 comentario:
menos ELLOS y más NOSOTROS!
;)
Publicar un comentario